Acabo de guardarte en un caja. Es una caja pequeña, pero aún así me sobra espacio. No sabía que tenía tan pocos recuerdos tuyos, o quizá es que tengo demasiados, pero todos están en mi cabeza y me dan la lata sin cesar. "Solo", "esperando", "amistad", son palabras que se repiten una y otra vez en tus cartas. ¿Seguirás igual? Después de tanto tiempo, casi dos años, ¿sigues igual? Ya no puedo preguntártelo, aquel lazo se rompió, o más bien, decidimos darle al botón de "Off", apagamos la luz de la habitación y la cerramos con llave. Y tiramos la llave al fondo del mar. Ojalá hubiéramos guardado una copia.
Me mentiste: no has estado siempre a mi lado. O más bien me miento, sí que estabas, pero lo que aparecía era tu figura. Todos esos momentos en los que te necesité, en que acudí sólo a tí, en que grité al silencio tu nombre...sólo recibí silencio por respuesta. Y luego me confesaste todo aquello. ¿Cómo quieres que reaccione? ¿Como no culpar tu cobardía que a veces me parece valentía?
Y ahora tienes que estar ahí, en el sofá del salón, sentado, escuchando algún disco de los Celtas pensando que ya es viernes. Quizá estés preparando alguna actividad para los niños o quizá cómo llegar a fin de mes. ¿Seguirás pensando en mí? La respuesta ya la sé, me la recuerdas con tus miradas cuando nadie te ve, tarareando canciones que sólo los dos conocemos, con tu sonrisa (que ahora parece mucho más triste), ...
Dulce es la ironía de la vida, como hemos acabado, tú prisionero de un mundo en el que sólo brilla una pequeña luz y el resto es oscuridad, añorándome. Y yo aquí, en un mundo en el que brilla mucha luz pero buscando el remanso de paz que sólo tú sabes darme. Los dos añorándonos y preguntándonos ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?
Qué quieres que le haga... ¿Recuerdas cómo terminaba la frase de aquella carta que te dediqué aquel día después de las confesiones de madrugada, cuando todos dormían?
Encuentra tu luz, que yo buscaré la mía.
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Escuchando: "Escapar" (Amaral y Moby)
21 de Diciembre: Unos encapuchados prenden fuego a un autobús en Donosti tras obligar a los pasajeros que bajasen. Justo enfrente, tiran otro cóctel molotov contra un cajero. Se repite la situación con la Comandancia de la Marina.
Ya estaba harta de formar parte de esa parte de la población que siempre empujan la pasta desde el final del bote. ¡Con lo que me gusta hacerlo desde el medio!
Brrrr, ¡qué frío! ¿Por qué puñetas me vendría yo a vivir a Granà?
Repite conmigo: "nunca volverás a meter sharu en el Dios Google, 
